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LIBROS

AÚLLA, BARDO

Le vi hace casi trece años. Fue en el Círculo de Bellas Artes, donde algunos dicen que huele a ácido bórico vivo. Aunque le faltaban menos de tres años para morir, Allen Ginsberg derramó energía cósmica y vitalidad beatnik a cataratas. Recitó, cantó mantras, lanzó guiños obscenos al público (donde creo que se distinguían "luminarias" patrias como Pablo Carbonell o Ray Loriga) y nos dejó con el alma más ancha que una autopista de Los Ángeles. Quizá el mejor momento fue cuando empezó "Howl" y, poco a poco, se fue animando y lo soltó enterito, como esos magos que no paran de regurgitar pañuelos de seda locamente. Ahora se cumple el medio siglo de la publicación de uno de los poemas más importantes de todos los tiempos (sí, de toditos). ¿Dónde estarán ahora las mejores mentes de mi generación? Pues igual acarreando sanitarios o coleccionando hoteles caribeños, vete a saber. Por cierto, Anagrama (¿quién si no?) ha editado "Aullido" recientemente, junto con otras puntas de lanza de la generación de Kerouac. Nunca es tarde, ni pronto.

¡TETAZAS!

¡TETAZAS!

Ir a Taschen es como visitar una fábrica de golosinas de crío y con el ticket dorado de Charlie Wonka. Un auténtico festín de los mejores libros del planeta, editados con un lujo nada hortera sino exquisito y auténticamente bibliófilo. Incluso se perdona el maremótico atasco del mediodía en Gran Vía si te recibe en el showroom el colosal volumen sobre Classius Clay abierto de par en par (la edición superespecial creo que vale... 10.000 dólares). Esta mañana me he pasado para recoger un par de tomos que María me tenía reservados: uno, el fantástico libro sobre "Babel", el último filme de Íñárritu. Otro, tachán, "The great book of breast", una auténtica sobredosis mamaria donde desfilan los mejores senos de la historia, desde Jayne Mansfield a las chicas neumáticas de Russ Meyer (tú no estás, Yola. Sorry). Tremendo y casi obsceno para la vista. Pero nada grotesco, un adjetivo que nunca se aplicará a Taschen, por muchas osadías que edite. En fin, una lectura de lo más recomendable, sobre todo para un día mustio como hoy.